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El psicoanálisis

Freud

Quien solicita un espacio terapéutico lo hace en un momento de malestar. Se inicia un análisis cuando aquello que solía funcionar deja de hacerlo.

Al inicio, es común que surjan dudas y mitos sobre la función del analista:

  • ¿No me va a decir nada?
  • ¿Se va a quedar en silencio?
  • ¿Me va a dar herramientas?
  • ¿Va a decirme lo que tengo que hacer?

El analista no busca imponer respuestas, sino abrir un espacio para que emerja la verdad del sujeto.

En tiempos de checklists para "ser feliz" ... el sujeto llega a consulta saturado de un "saber" que no funciona.

  • Cómo ser exitoso
  • Cómo amar tu cuerpo
  • Cómo alimentarte adecuadamente
  • Cómo construir relaciones sanas
  • Cómo salir de relaciones tóxicas
  • Cómo ser madre / Cómo ser padre
Lacan

El psicoanálisis se posiciona como ese entre paréntesis que relanza en el sujeto la pregunta por su propio deseo. ¿Habrá respuestas? Sí, pero serán efectos del propio decir, del trabajo singular con la palabra.

El psicoanálisis es un tratamiento de inhibiciones, síntomas y angustia. A lo largo del análisis, el saber y la verdad se encuentran, produciendo revelaciones que marcan el recorrido del sujeto. Lo no sabido, y lo no sabido que se sabe, emergen en ese trayecto, dando lugar a nuevas lecturas y significados.

Lacan decía que uno habla solo, a menos que se ponga a dialogar con un psicoanalista. Y es que en un análisis, la palabra toma otro recorrido. Se sabe algo de cómo se entra, pero es a partir de lo que se escucha y de sus resonancias que algo inédito comienza a aparecer: algo que toca el cuerpo y genera efectos.